Vamos a comprar una tele

 Hoy nos vamos a comprar una tele. Bueno, en realidad vamos a cotillear nada más, ya veremos qué pasa con el próximo apagón analógico...

 Cada vez es más habitual la compra por internet, y de artículos también cada vez más variados. El recelo inicial se va venciendo con las ventajas que ofrece la compra on line: facilidad y rapidez para comparar ofertas, precios muy competitivos y el no tener que estar sujeto a la disponibilidad limitada de stock de algunos establecimientos son algunas de las más citadas.

 Imaginemos, como he supuesto al comienzo, que quiero comprar una televisión nueva, yo primero miraría ofertas en la red, sin lugar a dudas. Y posiblemente al final también adquiriría el artículo on line. Uno de los sitios con más ofertas en aparatos televisores y artículos relacionados es Rakuten.

 Rakuten no es una marca ni la tienda on line de una franquicia, sino una plataforma de e-commerce donde multitud de vendedores ofertan sus productos, por eso es importante comparar precios e mirar quién vende cada cosa para una mejor experiencia.

 Como comprador, en Rakuten se pueden adquirir productos creándose una cuenta, que es la opción recomendada, o bien en el modo invitado. La creación de la cuenta cliente tiene ventajas como un sistema de puntos que se traducen en saldo para gastar dentro de la gran plataforma de tiendas. La forma de pago “oficial” en Rakuten es la tarjeta de crédito VISA o Mastercard, aunque la mayoría de las tiendas incluidas en Rakuten también admiten pago paypal. Personalmente, recomiendo esta última opción siempre que sea posible, pues es una garantía adicional al comprador. Reconozco que yo sigo reticente a emplear VISA on line y, cuando lo hago, empleo una tarjeta de débito reservada para ese uso.

 Por cierto, Rakuten también permite la venta a pequeña escala, lo mismo que su competidor Amazon. Quién sabe, tal vez la tele se la acabe comprando, sin saberlo, a algún conocido, o tal vez a alguien del otro lado del planeta, porque la plataforma tiene origen nipón, ni más ni menos. Todo un gigante, con unas ventas netas próximas a los 5000 millones de dólares en 2012. Y parece ser que ha llegado a España para quedarse.